jueves, 19 de febrero de 2009

TRATAMIENTO DEL CUENTO “SIMON EL MAGO” DE TOMÁS CARRASQUILLA, EN UN TEXTO ESCOLAR PARA GRADO SEPTIMO

Cuando se es estudiante de cualquier disciplina afín al lenguaje, es inevitable no enfrentarse a un texto literario a la hora de realizar cualquier actividad académica propuesta en el plan de estudios. Mientras se tiene la orientación del docente, la continuidad de las sesiones de clase, las lecturas y discusiones que se desarrollan en la misma, un ejercicio de acercamiento interpretativo a un texto de esta índole, se convierte en una especie de hoja de ruta segura e inmune a los peligros que puede representar un pluralismo teórico-práctico para desentrañar la nebulosa de sentidos que levitan en la obra literaria.

El problema surge cuando dicho estudiante se ve exigido a realizar un análisis escrito producto de la lectura de un cuento, por ejemplo, en cuanto puede haber interiorizado un maremágnum de conceptos y metodologías para efectuar dicho trabajo, pero puede presentar lapsus que le hagan incurrir en divagaciones para entenderlo o, lo que es más complejo, el estudiante entra, de manera consciente o no, en un conflicto cognitivo, al poseer pequeños y diversos fragmentos de teorías de análisis literario en su acervo conceptual, que harán de su ejercicio lecto-escritural algo ecléctico pero confuso. ¿Pero por qué esta reflexión de entrada?

Cierta tarde abrí al azar un texto de español del grado séptimo, con la fortuna de que me encontré en la página inicial de un cuento del escritor Antioqueño Tomás Carrasquilla. Antes del titulo, en la parte superior de la página, estaba consignado lo siguiente: UNIDAD 8, VIVAMOS NUESTRA DIVERSIDAD CULTURAL, seguido de unos objetivos generales y específicos que - producto de la tecnología educativa - en nada difieren de lo que hoy bajo otra fachada orquestada por la políticas Estatales, se conoce como logros, indicadores de logros, etc. Luego, al remitirme a las últimas páginas del texto, me encontré con el famoso índice parcelador para el grado en mención, compuesto por los contenidos e indicadores de evaluación.

La cartilla está diseñada desde el no del todo cuestionable enfoque semántico-comunicativo, fue editada hacia 1995 y de la cual agrego lo siguiente: el cuento es el pretexto que permitirá al educando alcanzar los objetivos (verificables, rígidos, inmutables y expresados gramaticalmente en infinitivo) como los concebía la tecnología educativa y como se conciben hoy también. De entrada hay algo rescatable, pues se analiza la producción escrita a nivel macro y no por medio de oraciones aisladas.

En segunda instancia, se enfatiza desde los objetivos trazados y la secuencia didáctica destinada para tal en la lengua, sus diversos niveles y el carácter normativo y purista de la misma. Los instantes de la secuencia giran en torno a clasificar el tipo de cuento, describir el empleo de vocablos, fenómenos lingüísticos presentes en él, interpretación literal de pasajes, corrección de palabras emitidas por los personajes QUE DEBEN SER CORREGIDAS SEGÚN LA NORMA Y EL LIBRO.

Hasta aquí llega la descripción de mi hallazgo, pues no es posible que los deje sin el abrebocas para incitarlos a la lectura del cuento. Simón el mago de Carrasquilla, es presentado por medio de una analepsis externa que muestra los recuerdos y vivencias de un niño llamado Simón y su núcleo familiar. Éste es un chico travieso de nueve años quien es el cubita de la familia, “enclenque y enfermizo” como lo dice un pasaje del relato. Frutos, personaje que cumple la función de nana del infante, es una sexagenaria, gorda y negra, que hace lo posible para que a Simón no lo castiguen sus huraños padres.

En el planteamiento del cuento, el narrador-personaje añora las peripecias acaecidas en su hogar, para luego recaer la focalización en la caracterización de Frutos. Poco a poco se percibe la habilidad de Carrasquilla para presentar y caracterizar los personajes en una línea e ir sumándolos a la diegesis, haciéndolos pasar casi que desapercibidos y sin quiebres notables.

El conflicto del relato se origina tras la ensimismada afición de Simón por los brujos y duendes, que su nana le ha presentado a través de las historias que salen de su boca. Pasión enfermiza que envuelve al niño, quien reta la severidad y hermetismo de su hogar para proponerse una meta que transita entre la superstición, las pócimas mágicas, y la muerte. Así, aparecen y desaparecen personajes que ayudan u obstaculizan el proyecto del protagonista, alimentando su picardía, credulidad e intangible imaginación, hasta llegar al desenlace de la narración.

Tras lo anterior, y revisando nuevamente la cartilla, me surgen las siguientes inquietudes: ¿es prudente etiquetar a un escritor- en el caso de Tomás Carrasquilla- como costumbrista, ciñéndose únicamente a rasgos textuales como: lo regional, la tradición, costumbres, lenguaje, temáticas, entre otras? Puesto que algunas muestras de la producción del escritor, plantean y se adentran bastante en los conflictos e inquietudes perennes del ser humano, como lo son el poder vencer a la muerte, ser eterno, poder volar, poseer poderes sobrenaturales; ¿acaso éstos temas no han sido tratados por siempre y han hecho que obras literarias trasciendan y adquieran universalidad?

¿Es necesario seguir utilizando los cuentos, poemas y novelas de calidad - mientras existen textos considerados didácticos - para, desde cualquier disciplina del lenguaje, explicar el funcionamiento del mismo, sobre todo la lengua y la concepción de sistema rígido, finito e irrefutable?

¿No es preferible y mas significativo para los lectores audiovisuales de hoy en día- hago la salvedad que la cartilla es del año 1995- emplear para abordar temas relacionados con los niveles de la lengua y las manifestaciones dialectales, jergas y demás, textos vueltos discurso a través de la radio, la televisión, la entrevista, la internet o la conversación misma? De no ser así, ¿es esa la función de la literatura? Sin llegar a extremos, generalizaciones y no rotundos, particularmente creo que no. El texto artístico se puede aprovechar de otras formas.
Alejandro Cardozo

A.V. ESPAÑOL DINAMICO, Educación básica secundaria 7. Bogota: Rei andes Ltda., 3ª edición, 1995.

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