En Las ceremonias del deseo de Sandro Romero Rey, esa unidad se afinca en las relaciones de diferentes personajes alrededor del universo del rock: cantantes, discos, conciertos, fans. Las tramas pueden girar en torno a hechos históricos – como la visita de Daltrey, Waters, Merchán y Manzanera a Cali -, o episodios que parecen ser autobiográficos y en el que se relatan las relaciones del narrador con diferentes cantantes, o tramas nacidas de la imaginación que tienen en el trasfondo el tronar de la música rock.
Son historias de melómanos – especialmente colombianos - cuyo deseo principal radica en ver al artista en escena, conseguir un saludo, una fotografía, disfrutar de una canción en vivo. Entre los clásicos europeos y norteamericanos y algunas leyendas del rock en español – Charly García, Fito Paez – Las ceremonias del deseo realiza un recorrido no solo por algunos de los artistas mas preciados del género, sino de sus fervientes seguidores. El conocimiento que expone Sandro Romero sobre el rock, involucra al lector en el mundo de las canciones y artistas, sin llegar a saturar los relatos con datos muy especializados y tratando de mantener en el tono, el natural desparpajo de quienes has disfrutado de las obras de Frank Zappa, los Rolling Stones, Iggy Pop, Led Zeppelin, entre otros.
Es por esto que los cuentos pueden llegar a ser comprendidos aun por quienes no han estado cercanos a los laberintos rockeros, aunque es evidente que para una población juvenil – o aquella que se ha mantenido siempre joven – pueden causar gran impacto. Para estos últimos, es más factible encontrarse con las notas de una canción conocida, un concierto o las líricas de un tema, que lo lleven a rememorar momentos y acaso a construir cuentos paralelos a los de las Ceremonias. Es una especie de banda sonora que colabora con la conformación del universo del lector y lo hace compenetrar más con las narraciones.
Pese a ello el libro es irregular: en algunos cuentos la tensión es mantenida con sutileza y el drama al que se enfrentan algunos caracteres invita a la lectura; otros – como “La piel de Zappa”, por ejemplo – son realmente disonantes. Acaso esta irregularidad sea atizada por el peligro que corre todo libro de cuentos que sea perfilado alrededor de un tema único: el del desgaste natural por reiteración. Aunque en Las ceremonias del deseo se juega con varios narradores – el melómano con problemas afectivos, el cronista, el amigo de una víctima de amor –, termina siendo un tanto monótona la cercanía de ciertas tramas y en especial el reiterado registro lingüístico de quienes cuentan la historia – en una voz descomplicada, como de rockeros curtidos. El lenguaje y las ténicas narrativas utilizadas no diferencian algunos cuentos y al lector le queda como salvavidas auscultar en los conflictos de los personajes – que en ocasiones parecen también reiterarse – para alcanzar el disfrute.
Yo me quedaría con algunas piezas de este libro – que incluirían, por ejemplo, el cuento que le da título al texto completo -, en donde transmite no solo la atmósfera del género musical del cual trata sino también todo un conflicto humano desde una prosa sustancial. Son esas piezas las que, como afirma Bachelard en un tono muy musical, mantienen la resonancia; para las otras utilizaré la función “siguiente (>>)”
Leonardo Monroy Zuluaga
Ficha del Libro: Romero Rey, Sandro. Las Ceremonias del Deseo. Colombia: Instituto Distrital de Cultura y Turismo, 2004.
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