jueves, 20 de septiembre de 2012

VIAJE A LA CLARIDAD DE FERNANDO SOTO APARICIO


La escritura  puede configurarse en una atmósfera de conversaciones, de intervenciones constantes en la sociedad que nutre las influencias de la profunda identidad que tiene cada ser humano, que al igual, debe esconderse, rescatarse, ahogarse en el infierno oceánico, o puede silenciar desde un principio para desentrañar los misterios que se abrazan a las palabras mudas, porque las imágenes son unas constelaciones que acercan  la muerte. 
De esta manera, Fernando Soto Aparicio, en su novela Viaje a la claridad -novela poco mencionada- nos mostrará  cómo las visiones, los silencios, los delirios y otras imágenes que se encuentran en las desesperaciones del ser, van a estar presentes en la historia de una niña que se encuentra entre los doce y catorce años  que  será violada por su padrastro Satanael  –nombre sugestivo por caracteres gramáticos de Satanás-.  La novela tendrá como estructura un analepsis, donde las primeras palabras o imágenes, se verán en una camilla, con una persona en una especie de estado de coma: “… Se le dificulta la respiración y quiere salir, mover la cabeza, abrir los labios y gritar cualquier cosa para que comprendan que está a punto de morir.” (p. 7) la etapa de coma va a reaccionar de manera latente durante todo el relato, ya que su estado es causado por el parto que ha dejado la violación.
Dentro de este estado de coma, ella reflexionará y recordará su vida,   maldecir a su padrastro, y “…sentirá asco y nauseas y ´el mismo acabará escupiéndose, ´el mismo terminará condenándose, ´el mismo se lanzará de cabeza a las pailas en que el Diablo moja su hirsuta brocha de su cola.” (p. 14) En estas reflexiones van ha establecerse constantemente y a sentirse como un animal condenado, como si estuviese pagando una culpa de los cielos, porque para ella lo que tiene en el vientre es “… un balón de fuego, …” (p.23).
Patricia, nombre de la niña que nos relata la historia, es una persona que se ha criado en varios hogares, ya que su madre trabaja en casas haciendo oficios varios desde que su primer marido  falleció. Con ello,  desesperada decide casarse con Satanael, ya que puede otorgarle un seguro económico para ella y su hija. Las cosas van sucediendo poco a poco. Patricia logra tener amigas y logra perderse en lecturas literarias, y conceptos que la llevarían a mucha confusión que en el relato logra tejer la historia: “Supo que existía la palabra “fornicación”, pero no encontró en ninguna parte su significado.” (p. 39)  dentro de todo ello, crea un personaje que la acompañará hasta cierto punto del relato, y después de una discusión con un compañero  “…  Y desahogó con Equis la cólera de que estaba llena” (p. 28)  porque “… de repente, yo soy Equis.” (p.72). Equis se convierte en su única compañía, y a la vez, etimológicamente, el nombre configura un símbolo varonil (caballo),  un símbolo según los análisis freudianos, en una construcción sexual, ya que el personaje del relato en varias imágenes de remembranza va a  ser una atracción sexual y por ende un campo de provocación para Satanael cuando lo espía con sus amantes: “ Madreamor se acerca a Satanael y ´este le abraza y la besa y después –despierta su lascivia- se restrega contra ella. “ (p. 32)
Dentro de todo ello, y la forma de como ha sido violada “Satanael sigue despojándola de su ropa, y cuando queda desnuda se abalanza sobre su pequeño cuerpo… pero de repente no es ya Satanael. Es el búho, con su enormes ojos…” (p. 134) se van a presentar unas reflexiones acerca de un reino que no es de este mundo, sino un reino infernal y que para ella, le pertenece a la persona que tomó su cuerpo de forma sangrienta, porque “… no habrá violetas que puedan alimentar se con la savia podrida de su sangre.” (p. 58), es decir, que ni la muerte de Satanael podrá limpiar su cuerpo putrefacto de dicho cometido, ya que él, como se dijo antes, pertenece a otro reino: “ Mi reino está preparado para incinerar su cuerpo. Por cada uno de sus espasmo solitarios permanecerá un año más en mis dominios, y la echaré a la turba de los demonios para que con ella apaguen su sed milenaria. “ (p. 84).  Es este misterio que esconde la historia sobre la fauces de la muerte de Satanael y su reino oscuro, y que el lector tendrá que descubrir.
Finalmente, en el estado de coma que se encuentra mientras el parto se manifiesta en delirios, en círculos que Soto Aparicio nos muestra para contar la historia de una sociedad temerosa, vulnerable frente un patriarcado, “Ella despierta cuarenta y ocho días después de haber cumplido sus quince años” (p. 131). La criatura ha nacido, algo impuro desde los intersticios de la reflexiones de Patricia, pero dentro de todo ello, y al final, va a reaparecer Satanael.
LUIS FERNANDO ABELLO
FICHA DEL LIBRO: Soto, Aparicio, Fernando. Viaje a la claridad. Biblioteca de literatura colombiana, Editorial Oveja negra. 1985.