miércoles, 4 de marzo de 2009

ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FRANCESA DE ANDRÉS HOLGUÍN: UNA OFRENDA A LA LITERATURA COLOMBIANA

Según una superstición ampliamente arraigada,
toda traducción traiciona a sus originales incompensables.
Jorge Luis Borges.
Ciclo de conferencias
Arte poética.

Entender que toda traducción es una “blasfemia” en contra de su original es, como dice Borges, una superstición, dado que la posibilidad de concretar en un idioma la simbología del lenguaje, la metáfora, la musicalidad y el ritmo que se planteó en otro, es remota. Sin embargo, existen traducciones tan precisas –pido excusas por el adjetivo- que se percibe en ellas la voz poética de su original, incluso, con una fuerza inexplicable.


Este es el caso de la traducción de la poesía francesa que ofrece Andrés Holguín en su antología. A pesar de que es arriesgado afirmarlo, es claro que Holguín presenta una traducción hermosa, sujeta al original tanto en estructura como en belleza. Ya Arnold Matthew señaló que “las traducciones literales conducen a la zafiedad y a la extravagancia, pero también a la novedad y a la belleza.” En el caso de Holguín, la extravagancia se aleja para dar paso a una efervescencia de palabras y metáforas reveladoras de una belleza y encanto que concluyen en que la poesía es universal; no pertenece a un idioma especifico, ni a un hombre en particular, sino a la humanidad y a las lenguas infinitas.

Razón tiene Borges al asegurar que “la diferencia entre una traducción y su original no es una diferencia entre los textos mismos. Supongo que si no supiéramos cuál es original y cuál la traducción, los podríamos juzgar con imparcialidad.” Ahí es precisamente donde –a mi juicio- reside lo interesante de de la traducción de Holguín, pues presenta el original y luego su traducción, de tal forma que aunque el lector no posea un conocimiento ni remoto del francés, se goza con cada metáfora y cada verso de la traducción, al punto –me sucede con frecuencia- de intentar una lectura rítmica del poema en su original, siguiendo la musicalidad que Holguín le imprime con sello serio.

La seriedad de la traducción también está manifestada en el profundo conocimiento y respeto que tiene Andrés Holguín del francés, tanto del arcaico, como el contemporáneo, pues como su antología es cronológica, requiere de seguridad y sapiencia exacta de las formas lingüísticas, los modismos y las jergas en que fueron escritos cada uno de los poemas. Debe entenderse en este punto que la lengua es una materia viva, que cambia a medida que las formas de comunicación y las necesidades discursivas del hombre así lo requieran, de tal manera que no puede ser igual el francés de los primeros siglos al que se habla actualmente, y en esta medida, subyace una de las riquezas que esta antología obsequia, pues es precisa la traducción temporal de las variaciones en cada poema seleccionado.

Además de ser cronológica, la antología muestra un panorama de las épocas literarias y de los movimientos vanguardistas que configuran la producción de los franceses en materia de letras, lo que se suma al comentario biográfico y al pequeño análisis que antecede a cada poeta, con lo que la antología gana más credibilidad y se postula como un trabajo profundo de investigación, que contribuye no sólo al conocimiento de la poesía misma, sino de la universalidad del lenguaje y de la crítica literaria.

Precisamente, se puede preguntar el lector de ésta reseña, cuál es el sentido de que la antología sea tenida en cuenta como producción literaria colombiana. La respuesta puede ser controversial, pues para algunos, la crítica no hace parte de la producción literaria, porque es análisis concienzudo de la misma a la luz de la teoría y con argumentos que aprueban o desmienten su contenido. Sin embargo, recuerdo que Borges también afirma que “si una traducción literaria no puede ser fiel palabra por palabra, será mucho menos letra por letra”. Así, el trabajo de Holguín es creativo como tal; me refiero a que la agudeza y el tacto fino que requiere una traducción –y que logra Andrés Holguín- son en si un acto de creación literaria tan complejo, que logra incluso despertar “esas leves sacudidas de asombro que esperamos”, y si a esto le agregamos –como ya lo dije- el oficio de la crítica, que también es un acto literario, tendremos una justificación del por qué ésta antología de la poesía francesa hace parte de la literatura colombiana.

En ésta antología, Holguín nos revela de nuevo a poetas como Pierre de Ronsard, con su lirismo épico; a Jean de Spondé y Theophile de Viau, con el humanismo anticipado, cargado de tristeza y simbología; las hermosas fábulas de La Fontaine; al inmortal Victor Hugo; a los siempre vivos –qué bueno- y frescos Baudelaire, Verlaine, Rimbaud, Leconté, Mallarme –sin olvidar a Lautreamont; y también a los contemporáneos independientes y unanimistas de Paul Fort, León- Paul Fargué y Charles Peguy; sin dejar de referenciar a los neo-simbolistas como Jacques Prévet, Rene Char y Paul Éluard.

Al hacer el recorrido histórico, el traductor debe no sólo leer al poeta seleccionado para la antología, sino también a sus contemporáneos, de tal forma que al leer a Ronsard, por ejemplo, debe leer a todos los que escribieron en su tiempo para poder captar el lenguaje en su más pura expresión y hacer que la traducción sea lo más fiel posible al idioma original; incluso, debe investigar el contexto socio-político en el que se dio cada poema para poder captar el sentido que cada poeta imprime a sus creaciones. Me refiero exactamente al tono, que puede ser irónico, épico, sátiro, despreocupado, emotivo, etc.

La palabra evoca no sólo el sentido, la cosa misma, sus características y el todo, sino que transmite la esencia del lenguaje universal, el que hace que con la palabra manzana sintamos el agridulce, y que nos arropemos con la palabra frío. Sea en francés o en español, Andrés Holguín logra la esencia de cada frase, cada metáfora y cada verso, y nos invita a disfrutar de lo mejor de la poesía universal, esta vez de la mano de los franceses y para el pleno gusto de los hispanohablantes.

¡Gracias a Holguín por esta ofrenda literaria!

Omar Gonzales.

Ficha del Libro. Holguín Andrés. Antología de la Poesía Francesa. Bogotá: El Áncora Editores, 1995.

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